Cientos de los fieles desde ahora llegan a visitar a la Virgen Santísima de la Luz de las colonias más alejadas de la ciudad, entre ellos “Los Castillos”. Los creyentes llevaron a cuestas al patrono “El Señor de la Agonía”, una imagen religiosa muy antigua a la que los habitantes le tienen cariño y fe.
Familias enteras, jóvenes, niños, mujeres de la tercera edad caminaron desde la periferia en la que se encuentra la colonia, hasta llegar a la Catedral Metropolitana de León, movidos por la fe.
Los Castillos es una zona de alta marginación, pero también de problemas de drogadicción en jóvenes y adolescentes; así como embarazos a temprana edad.
Algunas mujeres pidieron a la madre Santísima de la Luz, porque pare esta situación en sus colonias, por sus penas, pero también agradecer por los favores concedidos.
El párroco Luis realiza este tipo de representaciones de fe para inyectar la esperanza en los creyentes, en los jóvenes que son los más alejados de Dios.
Este es el segundo año consecutivo que se realiza esta peregrinación que no es nada fácil para las personas que son en su mayoría adultos mayores, aun así el cariño por la madre de Dios aligera el trayecto.
Durante la caminata los creyentes hacen rezos y cantos para alabar a Jesucristo y a su madre, María Santísima.
LLAMA LA ATENCIÓN
La cantidad de fieles que asistió a la peregrinación llamó la atención de los conductores y peatones que transitaron por el bulevar Miguel Hidalgo, ruta que recorrieron los creyentes con banderas, estandartes con imágenes religiosas.
SEÑOR DE LA AGONÍA
La imagen religiosa muy pocas veces es bajada de su altar, solo se hace en situaciones verdaderamente especiales o para realizar alguna petición, como pedir el agua para un buen temporal, sin embargo estos dos años ha visitado a su madre en la Catedral Metropolitana de León.
En esta parroquia del Señor de la Agonía también se prepara para la festividad donde se hace de manera tradicional, no obstante el sacerdote siempre lleva el reto principal para el entendimiento de los habitantes, la importancia de la fiesta que debe ser en lo espiritual y no que quede en una mera celebración pagana.
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