Ciudad de México (25 febrero 2025).- Con los votos de Morena y sus aliados, a quienes se sumó el PRI, la Cámara de Diputados avaló y envió al Senado una reforma a los artículos 4º y 27 de la Constitución, mediante la cual se prohíbe la siembra de maíz transgénico, y señalar que el cultivo de este grano básico no debe realizarse “con técnicas que superen las barreras naturales de la reproducción o la recombinación, como las transgénicas”.
“Sin evidencias de daño de transgénicos”: PAN
Durante la discusión, el panista Luis Agustín Rodríguez (PAN) afirmó que, si bien su partido está de acuerdo con proteger el patrimonio biocultural que representan los maíces nativos, también debe buscar “opciones de coexistencia” entre éstos y la “competitividad y productividad” que significan los granos genéticamente modificados.
Luego de recordar que México “es el principal importador de maíz en el mundo”, con alrededor de 20 millones de toneladas de maíz cada año –y aumentos anuales de entre 10 y 20 por ciento–, en gran medida por una situación de “verdadero abandono” del campo nacional, el legislador afirmó que “desde hace más de 28 años se consume maíz transgénico y no hay una sola evidencia científica que genere algún daño al ser humano o al ser animal”.
Por lo anterior, y como lo hizo desde el lunes en el debate en la Comisión de Puntos Constitucionales, propuso “reservar zonas exclusivas en México para la siembra y cosecha de semillas de maíces nativos”, y otras para permitir la de maíz transgénico, para “potenciar nuestra producción del campo y que podamos ser autosuficientes”.
El también panista Paulo Martínez enfatizó que México importa más de 4 mil millones de dólares anuales de maíz transgénico para consumo animal, por lo que advirtió que prohibir este tipo de semillas modificadas “nos pone en riesgo de represalias comerciales” en el marco del TMEC, como lo comprueba, agregó, el antecedente de que el país ya perdió un panel de controversia frente a Estados Unidos por este tema.
“Están sacrificando millones de empleos y arriesgando la estabilidad económica de miles de familias. Tampoco es un tema de salud, porque no hay un solo estudio científico que demuestre que el maíz transgénico es nocivo. Pero como es su estilo, buscan engañar a la gente, tomando decisiones basadas en sus prejuicios, sin estudios ni evidencia”, dijo.
Los opositores a la iniciativa “no son mexicanos”
Por el contrario, Xóchitl Zagal (Morena) destacó que México es el centro de origen del maíz y tiene la mayor biodiversidad de maíz en el mundo, con 64 razas, de las cuales 59 son nativas. Dicha riqueza, afirmó, “no es solo un dato científico, sino un legado vivo y un tesoro que nuestros campesinos han cuidado con amor y sabiduría”.
Reiteró que permitir la siembra de maíz transgénico implica el riesgo de “depender tarde o temprano de la plaga de las semillas de Bayer y Monsanto”.