Después de meses de pistas, China anunció este viernes que relajará un poco su añeja política del hijo único y abolirá los campos de trabajo como una medida para mejorar los derechos humanos, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
Sin embargo, las autoridades chinas han dicho más temprano que estas políticas están en revisión, pero que no reduce la fuerza del anuncio de este viernes.
El mayor cambio podría ser la abolición de la llamada «reeducación a través del trabajo», un sistema bajo el cual decenas de miles están prisioneros sin juicio en China.
«La reformación por medio del trabajo» se estableció en la década de 1950 en el gobierno de Mao Zedong, basados en los gulags soviéticos: lugares donde los «contrarrevolucionarios» y los «enemigos de clases» estarían sin derecho a juicio.
Se cree que millones de ellos murieron en esos sitios por exceso de trabajo, suicidio y por las duras condiciones hasta el reajuste del sistema en 1970 cuando Deng Xiaoping liberó a varios prisioneros acusados por ofensas políticas y religiosas.
Según los últimos informes públicos divulgados por el Ministerio de Justicia, 160,00 personas estaban recluidas en 350 centros de reeducación en todo el país hacia finales de 2008. Las Naciones Unidas, por su parte, mencionan que esas cifras podrían ser más alta a las 190,000 personas.
Como parte de las reformas, China también dijo que reducirá el número de delitos para ser condenados con la pena de muerte.
Más de un hijo
Para aquellos que saben poco sobre la política del hijo único en China, también hubo buenas noticias: El programa de planificación familiar chino obligaba a la mayoría de las familias en zonas urbanas a tener solo un hijo.
Ahora la política se relajará un poco para que las parejas tendrán permiso para tener dos hijos si uno de los padres fue hijo único, informó Xinhua. Actualmente, ambos padres deben ser hijos únicos para ser elegibles para un segundo descendiente.
La política del hijo único, aplaudida por tantos por mantener en niveles bajos el crecimiento poblacional de China, también ha recibido severas críticas por provocar abortos forzados y por multas considerables que en muchas ocasiones son utilizadas para generar más abortos.
Algunos críticos dicen que esta ley daña a los ancianos en China, que típicamente se ayudan de sus hijos para cuidarlos en la vejez, además de que reduce el crecimiento económico porque la edad laboral comienza a decaer.