El gobierno de Enrique Peña Nieto planea confiscar a los trabajadores un 60% de sus ahorros para vivienda sólo para cumplir una promesa de campaña.
Esto aplicaría a todos los inscritos en el IMSS y en el ISSSTE —los más modestos del país.
Tan sólo en el IMSS están inscritos 16 millones 362 mil 732 trabajadores, de los cuales 86.3% son permanentes.