Eran las 7 de la mañana de este miércoles y como cada año Antonio Esparza llegó a su casa en la comunidad de Duarte proveniente de la ciudad de Stockton. Ya lo esperaban sus padres, hermanos y sobrinos.
Como buen paisano aspiracional, llegó con su camioneta y maletas llenas de regalos para todos sus familiares, los más felices fueron los niños quienes recibieron juguetes y ropa que usarán en las fiestas decembrinas.
Su madre una viejecita de casi 80 años, de nombre Valentina Velázquez quien lo recibió con lagrimas pero de felicidad.
“Estoy muy contenta, cada año me pasa lo mismo, aunque después que se van me pongo triste, pero por ahora los aprovecho” comentó.
Viajó tres horas en su camioneta para llegar a casa, pero todo vale la pena por ver a sus viejecitos a los que llama con cariño.
FELICES
La familia Esparza Velázquez se reunió desde temprana hora para recibir al tío norteño a quien le apodan “El Bronco”, por el parecido que dicen tiene con el cantante Lupe Esparza, todos se mostraron felices de ver que su familiar.
Apenas llegó y comenzaron abrir las maletas, cada quien esperando un regalo que demuestre el afecto y que no se olvida de ellos.
DAR GRACIAS
Antonio Esparza comentó que se quedará tres semanas con sus familiares, con los cuales pretenden ir a visitar y dar gracias por los favores concedidos durante el año a Cristo Rey.
“Me gusta ir a visitar a Cristo Rey de la Montaña, siempre vamos con mis padres y algunos familiares a dar gracias por dejarnos vivir un año más”, enfatizó.
NO VUELVO A MÉXICO
El migrante lamentó la situación que se vive en México donde hay pocas oportunidades y salarios mal pagados.
“Me gusta y quiero mucho a mi país, yo soy mexicano 100 por ciento, pero yo creo que no me regreso a vivir, aquí los salarios son para medio comer, lo único que me hace venir a México son mis padres y creo que una vez que me los lleve ya no regresaré”, comentó.
PIZCA
“El Bronco” se fue desde los 14 años a Estados Unidos con la intención de comprar una motocicleta, que luego cambió por una camioneta. El tiempo se le fue y decidió llevarse a su esposa y tres hijos, los cuales ahora suman ocho.
“Desde los 14 años se me metió a la cabeza que quería irme a Estados Unidos, primero pensé que quería una bicicleta, mi madre como pudo me la compró para evitar que pensara en irme, luego pensé que quería una grabadora, mi padre como pudo me la compro, pero luego se les acabó el presupuesto porque quería una motocicleta, así que me dieron la bendición y finalmente me fui”, manifestó.
El paisano de Duarte indicó que en Estados Unidos se trabaja duro, sobretodo los que son inmigrantes, pero también se gana bien o al menos mejor que en México.
Detalló que diariamente saca en la pizca de 200 a 300 dólares, y de 150 a 120 cuando hay poco trabajo.
“Ganamos (migrantes) el dinero con mucho trabajo, bañado en sudor. Por eso pienso que el Donald Trupm poco va hacer con los indocumentados, digame cuando los norteamericanos van a piscar, van a estar en la construcción, en la limpieza, ese hombre es mentiroso”, apuntó.