Pablo Gómez, exdirigente nacional del PRD, anunció su salida del partido al considerar que se ha convertido en una “central de negocios políticos” en donde ha prevalecido el “oportunismo y la corrupción”.
Calificó como “traidores” y “espurios” a quienes actualmente encabezan al Partido de la Revolución Democrática (PRD) por entregarlo a Ricardo Anaya, exdirigente del Partido Acción Nacional (PAN) y aspirante a la Presidencia de la República.
“Se le impone al PRD abrazar a un candidato enemigo de la izquierda y al programa neoliberal de la derecha contra el cual había luchado desde su fundación. Hay una entrega del partido a una corriente política adversaria”, aseguró.
En una carta dirigida a miembros y simpatizantes perredistas, consideró que “es imposible hacer algo para evitar la caída del PRD, la cual le está conduciendo a signar el certificado de su propia desaparición política”.