Washington y Nueva York (27 noviembre 2024).- El día después de que el presidente electo, Donald Trump, anunció que Tom Homan sería su zar fronterizo encargado del plan para deportar a millones de inmigrantes indocumentados, el recién nombrado apareció en un programa de televisión local en el norte del estado de Nueva York, donde fue criado, y una de las primeras preguntas fue ¿qué sucederá con todos los trabajadores en las lecherías? Su respuesta inmediata fue que se haría algo para protegerlos, justo de lo que le acababan de encargar, la deportación.
El profesor Raúl Hinojosa de la Universidad de California en Los Ángeles, quien ha estudiado las relaciones económicas entre Estados Unidos y México durante décadas, ofrece datos aún más específicos: en 2022, trabajadores nacidos en el extranjero contribuyeron con 3.83 billones al PIB del país (es decir, casi 15 por ciento del total de 25.74 billones de ese año) y aportaron 7.32 billones en producción económica total.
Los trabajadores extranjeros autorizados fueron responsables de 2.56 billones en PIB y 4.89 billones en producción, mientras que los trabajadores extranjeros no autorizados fueron responsables de 1.28 billones en PIB (casi 5 por ciento del total) y 2.44 billones en producción.
Pero deportaciones masivas llevarán a un incremento en los precios de alimentos, obligará a granjeros a no cosechar cultivos, podría provocar el cierre de hasta la mitad de los restaurantes en el país, dejaría potencialmente a cientos de miles de personas de la tercera edad sin asistencia –y éstas son sólo algunas de las consecuencias–. El impacto macroeconómico, calcula el American Immigration Council, sería un desplome del PIB de entre 1 y 2 billones de dólares.
Si los mexicanos son aproximadamente la mitad de la población indocumentada, entonces deportar a todo mexicano sin papeles resultará en un desplome de entre 500 mil millones y un billón de dólares, lo que representa entre 2 y 3 por ciento del PIB de Estados Unidos.
“Ahora mismo, los datos más recientes indican que tenemos 8 millones en oferta de trabajo en Estados Unidos, pero sólo 6.8 millones de trabajadores desempleados… Tenemos muchos empleos, pero no suficientes trabajadores para tomarlos. Si cada desempleado en el país encontrara un trabajo, aún tendríamos millones de ofertas de empleo más”, escribió Stephanie Ferguson Melhorn, directora de Políticas de Fuerza Laboral y Trabajo Internacional de la Cámara de Comercio en noviembre de 2024.
Si los vas a deportar, estos restaurantes cerrarán y tendremos una pérdida masiva de ingresos y veríamos un desplome, dijo Sánchez al Financial Times. Creemos que el presidente Trump, como dueño de negocios, reconocerá esto. Tenemos a buenos ciudadanos. Queremos asegurar que sigan trabajando.
Trump y su equipo enfrentarán un grave problema en su afán antimigrante. Hasta su zar fronterizo lo sabe en su propia casa: este país no puede funcionar sin ellos.