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Ucrania (25 septiembre 2022).- Ivanna, Daria y Andriana combaten desde hace siete meses en las filas ucranianas contra Rusia. Están convencidas de que ganarán la guerra, pero para lograrlo piden más ayuda de Estados Unidos y la necesitan antes del invierno.
“Por supuesto que vamos a ganar“, afirma de forma tajante la sargento Andriana Arekhta, de 34 años, quien ha visitado Washington junto a otras seis compañeras para reunirse con las autoridades estadounidenses.
“Podemos ganar lentamente, sin el apoyo de Estados Unidos y de otros países, pero nos costará muchas pérdidas de niños, mujeres, civiles y soldados. O podemos ganar de una forma mucho más rápida. Por eso estamos aquí”, explica.
Más armas
El gobierno de Joe Biden ha suministrado al Ejecutivo de Kiev cerca de 15.200 millones de dólares en armamento, la mayor parte desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero.
Las combatientes son optimistas tras el éxito de la contraofensiva ucraniana que en las últimas semanas ha ganado terreno a los rusos en el oeste y el sur de Ucrania, pero advierten de que las cosas se pueden torcer sin ayuda.
Es un momento crítico porque necesitamos armas para liberar el sur, porque hay mucha maquinaria rusa, como tanques. Se nos acaba el tiempo, está llegando el invierno y tenemos que hacerlo antes de que comience el frío”, explica Andriana.
Daria, de 35 años y del cuerpo de francotiradores, añade que cuando Rusia “pierde en el campo de batalla, comienza a atacar a civiles”, y pone como ejemplo un ataque a una central eléctrica que dejó sin luz a zonas de la región de Járkov.
El invierno, afirma, es “extremadamente frío” en su país, donde las temperaturas pueden bajar hasta los -20 grados, por lo que preocupan los cortes energéticos causados por los ataques rusos: “La gente sin calefacción tendrá muchos problemas para sobrevivir”, advierte.
Esta mujer, que se alistó a las Fuerzas Armadas en 2014, año que comenzó la guerra con los prorrusos del Donbás, pide a Washington más defensas antiaéreas con las que tumbar los misiles de crucero rusos, que “pueden alcanzar cualquier punto del territorio ucraniano”.
“Pueden llegar a cualquier ciudad del oeste o del norte de Ucrania y no tenemos forma de responder. Podemos parar alguno de esos cohetes pero no todos”, confiesa.