El exalcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca, y su esposa, vinculados a la desaparición de 43 estudiantes, fueron detenidos en la delegación Iztapalapa, al oriente del Distrito Federal, confirmó este martes el portavoz de la Policía Federal, José Ramón Salinas.
Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, fueron detenidos en una casa de Iztapalapa que, al parecer, tenían alquilada y cuya propietaria pudo alertar a la policía de la presencia de ambos, según una fuente federal citada por la agencia EFE.
La pareja se encuentra declarando en la SIEDO, según fuentes federales citadas por medios locales.
Abarca Velázquez y María de los Ángeles Pineda estaban escondidos desde hace varias semanas en la misma casa donde hoy fueron arrestados. En este inmueble contaban apenas con una cama, una mesita y una televisión.
En el momento de la detención, la pareja estaba despierta y no opusieron resistencia al operativo llevado por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y llevado a cabo por un grupo de élite de la Policía Federal.
De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), Abarca Velázquez y su pareja dieron la orden de detener a los 43 normalistas, quienes tienen más de un mes de desaparecidos. Se les considera los autores intelectuales del caso.
La orden se dio para evitar que los estudiantes se manifestaran en un evento público celebrado por María de los Ángeles Pineda, la noche del 26 de septiembre.
Policías de Iguala la ejecutaron y dispararon contra los normalistas. En ese ataque, murieron tres estudiantes, además de tres personas más en una agresión posterior.
Los 43 normalistas desaparecidos fueron entregados por policías de Iguala y Cocula al grupo criminal Guerreros Unidos, según las investigaciones de la PGR.
El 30 de septiembre, Abarca Velázquez solicitó licencia a su cargo como edil de Iguala y escapó 10 minutos antes de que policías ministeriales llegaran a detenerlo junto a su esposa.
Por el caso hay más de medio centenar de detenidos que incluyen a policías de Iguala y Cocula, así como miembros del grupo criminal, incluido su líder, Sidronio Casarrubias, quien reveló que cada mes el cártel entregaba elevadas sumas de dinero al alcalde e incluso decidía quiénes se integraban a la corporación policial.
Sobre Abarca y su esposa pesan tres órdenes de aprehensión: la primera, por homicidio calificado; la segunda, por homicidio en grado de tentativa, por la desaparición de los 43 normalistas, y una más por el asesinato de un líder local ocurrido en 2013.