Ciudad de México (23 abril 2025).- Con abrumadora mayoría, la Cámara de Diputados dio luz verde a una reforma histórica a la Ley Federal de Armas de Fuego, marcando un antes y después en la lucha contra la violencia armada. El dictamen, aprobado con 476 votos a favor y solo 2 abstenciones, ahora pasa al Senado para su revisión final. “Este es un paso crucial para recuperar el monopolio legítimo de la fuerza”, destacó el diputado morenista Luis Arturo Oliver, general retirado y promotor clave de la iniciativa.
La nueva legislación golpea directamente al crimen organizado al prohibir expresamente armas impresas en 3D, mecanismos para convertir semiautomáticas en automáticas, y equipos como silenciadores y visores nocturnos. Además, establece penas de hasta 30 años para quienes trafiquen, porten o usen armas de uso exclusivo militar, con agravantes que podrían duplicar la condena en casos de múltiples armas o ataques contra fuerzas de seguridad. “No podemos permitir que los criminales tengan mejor armamento que nuestros soldados”, advirtió el panista César Israel Damián.
El paquete de reformas modifica 59 artículos para cerrar vacíos legales explotados por el narcotráfico, incluyendo sanciones específicas para vehículos blindados ilegales y bombas caseras. Sin embargo, protege derechos de cazadores, tiradores deportivos y comunidades rurales, siempre que cumplan con registros ante la Sedena. “Los ejidatarios tienen derecho a defenderse, pero con orden”, explicaron los legisladores al defender este equilibrio entre seguridad y libertades.
Los debates revelaron consensos inusuales, aunque con advertencias. El priista Christian Castro celebró los avances pero exigió medidas más drásticas contra el tráfico fronterizo: “Mientras EE.UU. inunde México de armas, seguiremos viendo tragedias”, alertó. Datos oficiales estiman que 70% de las armas ilegales en México provienen del norte, un tema que la reforma aborda pero no resuelve por completo.
La votación refleja urgencia ante la crisis de seguridad. Con más de 30,000 homicidios anuales vinculados a armas de fuego, la reforma busca desmantelar arsenales criminales sin afectar a usuarios legítimos. “Cada arma ilegal destruida es una vida salvada”, insistió Oliver, mientras bancadas de todos los partidos coincidieron en que el Estado debe recuperar el control.