Una vez más la afición verdiblanca festejó con enorme alegría. Un día antes de Navidad los verdiblancos de la ciudad compartieron con el equipo la Copa que los acredita como campeones. Se llevó a cabo el desfile de los integrantes del equipo que han conseguido el título de campeón del Apertura 2013 por varias de las principales avenidas de esta ciudad.
Miles y miles se dieron cita desde horas antes por todas las avenidas y calles donde pasaría el trayecto del flamante campeón de México. El comienzo estaba señalado a las 15:30 horas en las afueras del Estadio León. La afición esmeralda lucía las playeras del nuevo campeón, vestidos en rosa, blanco y por supuesto verde; también se hacía presente toda la parafernalia del equipo: paliacates, banderas, trompetas, tatuajes, videos de la final etc.
Era un ambiente festivo, los leoneses aguardaban con paciencia y cada vez más se hacía más grande la asistencia. En el camión todos los campeones se notaban sonrientes. Al frente venían Britos, Boselli, Yarbrough, Maz y Christian Martínez; en un costado Rafael Márquez y en la parte trasera Vázquez, Edwin Hernández y Luis Montes, el gran ausente fue Gustavo Matosas pues se encontraba viajando a su natal Uruguay. Al llegar al Arco de la Calzada toda la gente se apresuraba a ocupar posiciones en el Zócalo de la ciudad. Lo que la gente que esperaba en el Zócalo no sabía era que la ruta sufrió una variación que hizo una espera larga, más de una hora.
En el zócalo la gente se aglomeró, entre empujones y gritos todos buscaban el mejor lugar posible. Distintos locatarios decidieron cerrar brevemente sus negocios, pero en general el ambiente fue bastante familiar y tranquilo, aunque hubo algunos que estuvieron consumiendo bebidas alcohólicas. Había familias enteras que aguardaban la salida de sus héroes deportivos. La espera se mitigó entre cánticos y canciones populares como «Caminos de Guanajuato», porras dedicadas al equipo y algunos silbidos.
El enorme camión destapado llegó al edificio de Presidencia municipal alrededor de las 17:30 horas y ahí fueron recibidos por la alcaldesa de la ciudad, Bárbara Botello. Rápidamente los jugadores ocuparon posiciones en el balcón con vista hacia el Zócalo y ahí la gente que tanto esperó esta alegría se convirtió en un solo con el equipo. Nacho González y Loboa brincaron y bailaron todo el tiempo, mostraban el título de campeones y reconocían a toda la gente. Hubo más gritos, más cantos y las banderas ondeaban. No hacían falta palabras, el sentimiento comunicaba todo.
Los jugadores abandonaron de uno en uno el balcón, los últimos fueron González y Loboa. La gente también comenzó a retirarse y las porras se alejaron sin dejar de cantar. Fue así como León y su gente pasaron el día anterior a la Navidad.