Sinaloa (18 abril 2025).- En lo más profundo de la Sierra de Choix en Sinaloa, elementos del Ejército mexicano desmantelaron uno de los centros de elaboración ilegal más grandes y sofisticados descubiertos en los últimos años en el noroeste del país.
Se trata de una instalación clandestina con capacidad para producir hasta dos toneladas diarias de metanfetamina líquida, lo que representaba ingresos diarios superiores a los 67 millones de pesos para la delincuencia organizada.
En tres días se han desmantelado 44 tan solo en Sinaloa.
Este laboratorio fue hallado precisamente en la zona donde, durante las últimas semanas, se registraron enfrentamientos, detonaciones y actos violentos que desplazaron a decenas de familias, resultado del choque entre dos grupos internos del Cártel de Sinaloa que replican la rivalidad del centro‑sur del estado en esa pequeña franja colindante con Chihuahua.
El sitio, escondido entre montañas que dividen a Sinaloa, Chihuahua y el municipio de Sinaloa de Leyva, fue ubicado tras un operativo terrestre y aéreo encabezado por el 94 Batallón de Infantería de El Sauz.
El hallazgo ocurrió a unos cinco kilómetros de la sindicatura de Bacayopa, en un terreno despoblado y de difícil acceso, donde no hay señal telefónica ni presencia de autoridades civiles.
Según el teniente coronel Pablo Francisco Reyes Barraza, segundo comandante del batallón, la instalación operaba con al menos 15 reactores, dos mezcladoras, 19 condensadores, 64 cilindros de gas y más de siete mil litros de sustancias precursoras.
En el lugar se localizaron cerca de mil kilos de producto ya procesado.
“Era una instalación completamente equipada, salvo por la etapa final de solidificación; aquí se realizaba la fase líquida y luego se trasladaba para convertirla en cristal”, explicó el oficial.
Al llegar, los militares fueron recibidos con resistencia y disparos de integrantes del grupo delictivo, quienes escaparon a pie entre la maleza. No hubo heridos.
Las comunidades cercanas lucen deshabitadas: casas cerradas, calles silenciosas y familias desplazadas por la violencia. Algunos habitantes aseguraron haber huido ante el miedo, mientras otros simplemente aprovecharon el periodo vacacional.