Estados Unidos está bloqueando la publicación de un libro sobre la operación «Rápido y Furioso», que permitió el tráfico ilegal de unas 2 mil armas a México entre 2009 y 2010, con el fin de evitar que se revelen más datos sobre lo sucedido, denunció la ONG Unión de Libertades Civiles (ACLU).
ACLU explicó hoy en un comunicado en su página web que la gubernamental Oficina Federal para el Control de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF, en inglés) teme que el libro, escrito por un exmiembro de la propia agencia, dañe las relaciones de la ATF con otras oficinas del Gobierno.
En una carta de seis páginas escrita al subdirector de la ATF, Thomas Brandon, la organización por la defensa de los derechos civiles dijo que la decisión de la oficina de bloquear el libro propuesto por el agente especial John Dodson fue una violación de la primera enmienda de la Constitución estadounidense, que garantiza el derecho a la libertad de expresión.
Según la carta, la ATF denegó la petición de Dodson de publicar un libro sobre su versión del escándalo de «Rápido y Furioso» pues la oficina consideró que su publicación tendría un efecto perjudicial en sus relaciones con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia Nacional Antidrogas (DEA).
Dodson era un agente de la oficina de Phoenix (Arizona), donde se llevó a cabo la investigación, que finalmente desencadenó un escándalo.
La idea de «Rápido y Furioso» era permitir la venta de armas de alto calibre a compradores intermediarios para seguir el rastro hasta su destino final con la esperanza de descubrir y detener a los cabecillas de los carteles del narcotráfico en México. Pero, la operación fracasó y se perdió el rastro a centenares de armas.
La operación fue concebida en respuesta a las críticas de que la ATF durante años se concentró en personas con pequeñas infracciones a las leyes que controlan la venta de armas, en vez de atrapar a «peces gordos».
El escándalo de «Rápido y Furioso», que ha levantado ampollas en las relaciones entre Estados Unidos y México, estalló después de que las autoridades perdieran el rastro a unas 2 mil armas y estas aparentemente fueran a parar a manos de narcotraficantes.