La fiebre del mundial como cada cuatro años trae grandes momentos para los aficionados del futbol. Entre playeras y porras la gente demuestra simpatía por los diferentes equipos, se reúnen entre amigos, compatriotas y familiares para dar ánimo a su selección. Pero ¿hasta dónde el fanatismo y la unión para vivir este evento mundialista se vuelve un detonador de trastornos?
Los especialistas en la salud mental han notado que la euforia, preocupación y frustración que producen los partidos del mundial llevan a las personas que están predispuestas a la ansiedad depresión y adicciones a detonarla, dañando así la productividad laboral, capacidad para tomar decisiones e inclusive a desarrollar problemas económicos, sociales y familiares.
Los síntomas para diagnosticar algunos de estos trastornos pueden variar dependiendo la duración, intensidad y frecuencia, por lo que un psicólogo o psiquiatra tendría que evaluar la situación; sin embargo la posibilidad de que una vez instalado el trastorno prevalezca es alta, lo anterior debido a la forma repentina en la que se presentan y a los efectos ya generados sobre la vida diaria del individuo.
Cabe mencionar que no es el futbol en si el que genera ansiedad, este es el detonador en las poblaciones y en personas con ansiedad latente, por lo que es un catalizador de frustraciones cuando no se sabe manifestarlas.
Como sabemos el Mundial se repite cada cuatro años por lo que le recomendamos tomar las siguientes medidas en futuras ocasiones:
1) Evitar pensamientos repetitivos que generen incertidumbre y/o grandiosidad.
2) Calendarizar los eventos y respetar los horarios establecidos.
3) Generar objetivos a corto plazo que permitan no abandonar la vida laboral ni familiar.
4) Designar un horario para ejercitarse.
5) Tratar de incluir en medida de lo posible a la familia o a personas que brinden cierta contención.