El futbolista holandés Arjen Robben no sufrirá ninguna medida disciplinaria tras admitir que se tiró tratando de conseguir un penal en el partido de octavos de final contra México, confirmó este lunes la FIFA.
Al final del encuentro en Fortaleza, Robben ofreció disculpas por haber querido engañar al árbitro en una jugada en el área tricolor, aunque más tarde aclaró que no se refería al penal que permitió a Holanda marcar el gol de la victoria en la recta final del partido.
La polémica decisión arbitral ocurrió en el tiempo de compensación cuando Robben escapaba por la banda derecha y al encontrarse frente a Rafael Márquez, el jugador cayó en el área en una supuesta entrada del capitán mexicano.
Márquez rechazó haber tocado a Robben y aseguró que el propio jugador holandés le dijo que no se cometió una falta que implicara un penal, pero señaló que sí hubo una jugada en el primer tiempo que sí era penal y no fue marcada por el árbitro.
La portavoz de la FIFA, Delia Fischer, negó este lunes que se vaya a tomar ningún tipo de medida retroactiva por los comentarios de Robben, apuntando que sólo los casos de «graves infracciones» que se hayan escapado a los árbitros se pueden sancionar después de un partido.
La Federación Holandesa de Futbol (KNVB) afirmó este lunes que los comentarios de Robben tras el encuentro habían sido malinterpretados.
«Los medios han interpretado muy mal las declaraciones de Robben en una entrevista posterior al partido», dijo la KNVB.
Holanda se medirá a Costa Rica en cuartos de final el próximo 5 de julio en el estadio Arena Fonte Nova en la ciudad de Salvador.