«Si nuestros hijos no regresan a casa (antes del 26 de septiembre), las cosas se van a poner más cabronas”, advirtió Emiliano Navarrete, uno de los padres de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, que participan en la caravana que busca unificar la protesta que existe en el país.
“No queremos llegar a esa fecha, pero en breves días vamos a dar el plan de acción y va a ser una movilización muy fuerte porque Enrique Peña Nieto firmó 10 compromisos y no ha cumplido ninguno y, si no cumple, tiene que caer”, reforzó Felipe de la Cruz, padre del normalista sobreviviente Ángel de la Cruz y vocero de la Caravana de Ayotzinapa, durante una rueda de prensa frente al palacio de gobierno en esta capital.
El estudiante de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, Gabriel Hernández Ríos, añadió que “no queremos llegar al 26 de septiembre y, si se llega, para Peña Nieto esa fecha será su sentencia porque no queremos más luchas aisladas”.
En el acto, los familiares y estudiantes que forman parte de los 30 integrantes de la Caravana por Ayotzinapa se sumaron a la condena del asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa, colaborador de Proceso y Cuartoscuro, y llamaron al gremio periodístico a adherirse a estas exigencias de justicia.
Respecto del caso de los normalistas, insistieron en que el gobierno de Peña Nieto dice que no tiene pruebas de que estén muertos pero tampoco de que están vivos. Si el gobierno realmente cumpliera su función, las líneas de investigación los llevarían a los militares, aclararon.
Luego recordaron que a casi 11 meses de la tragedia el gobierno sigue en la misma postura de insistir en que los jóvenes fueron asesinados y cremados, “pero para nosotros la verdad histórica se ha convertido en la mentira histórica”.
Entonces, subrayaron, “el objetivo de estas caravanas es unificar el esfuerzo del pueblo de México para que el 26 de septiembre, si se llega a esa fecha, este gobierno que hasta el día de hoy ha militarizado al país, ha golpeado, encarcelado a luchadores sociales y desaparecido a los jóvenes que protestan, sepa que en México no va a avanzar la impunidad”.
Pero además “hoy los padres de familia están decididos a frenar ese intento de acallar la voz de la protesta y la insurgencia. Que estén pendientes en todo el país porque los padres seguimos avanzando hasta sus últimas consecuencias.
“No podemos quedarnos callados porque entonces sí gana el gobierno, y si gana posiblemente otros más van a desaparecer”, advirtieron.
Luego insistieron en que fueron los militares los que desaparecieron a sus hijos y si piensan que con medios controlados los van a acallar como en el 68, están equivocados porque hay varios estados en resistencia que en cualquier momento van alzar la voz.
Finalmente, reconocieron que el gobierno ha tratado de sobornar a los padres de los normalistas desaparecidos: “Han ido a sus casas para hacerles ofrecimiento de casas, carros y hasta les han ofrecido más de un millón de pesos, pero la dignidad es más fuerte que los sobornos”, puntualizaron.
Antes, maestros de la Sección 22 e integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) realizaron una marcha con familiares de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014.
La movilización partió de Ciudad Universitaria y culminó en el zócalo de esta ciudad.
Con información de Proceso