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.Por: Federico Velio Ortega Delgado
Las momias de Guanajuato: entre la historia, la cultura, la bioética y la política recaudatoria
Los cuerpos áridos extraídos del Panteón de Santa Paula, en la ciudad de Guanajuato, son parte de un museo de sitio reconocido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Se trata de un espacio de fe, cultura y tradición, donde yacen personajes destacados en la historia de la ciudad, donde la arquitectura es un homenaje al pasado, donde las marcas de balas que fusilaron a revolucionarios muestran algo más que un lugar donde están esas “momias” mitificadas, que lo mismo las etiquetan como “brujas” y “enterrados vivos”, de relatos creados para el morbo de un turismo que valora más a esos cuerpos de grotescos gestos que la belleza y profundidad de un lugar santo y a la vez profano.
Todo anota para que sea suplido por un nuevo recinto, con terrazas y estacionamiento, con museografía moderna, como recompensa a ser la segunda fuente de ingresos para el municipio.
El viejo panteón
Santa Paula tiene una entrada por el lado oriente, con vista al centro de la ciudad. Sus murallas son de piedra y cal y se accede a él por una puerta de hierro bajo un arco con base y corona de cantera
Su área de sepulcros es un rectángulo de 150 por 60 metros. La zona poniente se encuentra el área antigua de gavetas, donde hay cuerpos desde el siglo XIX. Son las gavetas viejas, las de perpetuidad, donde reposan los restos de los Yebra o los Rocha junto a los del ilustre Nicéforo Guerrero.
Al frente, el mar de cruces, lápidas y monumentos. Con los restos mortales de Manuel Doblado y Florencio Antillón, cerca de los de otro inmortal: Armando Olivares
El Museo de las Momias es oficialmente un Museo de Sitio que no sólo contempla la exhibición de los cuerpos áridos (las momias son cuerpos originalmente embalsamados y los de Guanajuato se conservan de manera natural): es también el cementerio.
Tiene un área de cementerio de poco más de 10 mil metros cuadrados, con zonas de gavetas construidas a lo largo de su historia (inaugurado en 1861). Tiene otra área arbolada y otras instalaciones, con más de 4 mil 700 metros cuadrados.
La zona de exhibición de los cuerpos es de 726 metros cuadrados, con poco más de dos mil metros cuadrados estacionamiento y un área comercial propia de menos de 900 metros.
Hay locales y un estacionamiento privados junto al museo y el panteón.
La mayor parte de los turistas sólo recorren la zona de exhibición. El panteón de Santa Paula poco atrae, a pesar de que se tiene un sistema de visitas guiadas para mostrar tumbas de personajes ilustres y contar la historia del recinto.
El proyecto de nuevo museo
En la presentación del proyecto el 9 de mayo de 2019, el presidente municipal, Alejandro Navarro, dijo que el edificio destinado al nuevo Museo tendrá un estilo arquitectónico exterior conforme a las recomendaciones que proporcione el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para respetar las características visuales del entorno.
Contaría con taquillas y acceso, una zona comercial donde se dará preferencia a los comerciantes que actualmente están en el museo de Santa Paula; un auditorio, cafetería y 8 salas de exhibición, así como una tienda de recuerdos del museo, que sería administrada por el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), como sucede en la actual sede de las Momias.
La información proporcionada por la Dirección General de Obra Pública indica que la museografía será “atractiva y actualizada” y podrá recibir a mil 500 personas por día (en días tope el Museo actual recibe a esa cantidad).
También precisa que tendrá talleres de conservación y mantenimiento museográfico y un área dedicada a la investigación y conservación de los cuerpos.
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El nuevo recinto, prosigue el documento, tendría terrazas, miradores y elevadores y accesibilidad para personas con movilidad restringida.
Añade que en la planta baja tendrá más de 50 espacios comerciales en los que darán prioridad a los actuales comerciantes de la zona del panteón de Santa Paula.
De acuerdo con la información publicada por la presidencia municipal, el actual estacionamiento, que tiene una superficie de 4 mil 700 metros cuadrados, será cavado para tener cuatro niveles: uno subterráneos, uno superficial y dos elevados.
El estacionamiento tendría una capacidad para 300 vehículos y su construcción sería mediante concesión para que lo edifique una empresa privada y lo administre y explote por 10 o 15 años y luego pase al patrimonio municipal.
Este punto es cuestionado por los detractores: la posibilidad de que la obra sea asignada bajo el modelo de favores políticos o económicos a constructores privados.
El proyecto informa que también construirán una central de transferencia de transporte urbano y una vialidad que le dé movilidad a la zona de la Ex Estación del Ferrocarril.
Para ampliar los accesos a la zona, sería urbanizada en su totalidad la calle Palmas (por donde antaño circulaba el tren), que comunica a la Ex Estación con el Auditorio del Estado y la plaza de toros.
Nejayote: de barrio tradicional y deportivo a espacio para las momias
Nejayote es uno de los barrios tradicionales de la capital. Desarrollado en las inmediaciones y a la sombra de la otrora estación del ferrocarril, es el espacio elegido por Alejandro Navarro para ser la sede del nuevo Museo de las Momias.
Para tal efecto, sería derrumbada la finca donde actualmente se encuentra una cancha techada, con 300 butacas para público, donde se pueden practicar deportes como Fútbol rápido, balonmano y de artes marciales.
El periodista Osvaldo García Ledezma describe que Nejayote es uno de los barrios con mayor actividad deportiva, donde se han formado equipos de fútbol, béisbol y básquetbol. Originalmente el asentamiento tenía una cancha de fútbol y otra de béisbol. Ahí había juegos de la Liga Rielera, y se formaron equipos como Orioles, Calaveras y Ya Merito.
El fútbol dio lugar a la creación de equipos como Correcaminos, Deportes Tigre, Supermachos, Comodines y Terremoto, así como Racing FC, Deportivo Gremio, Cachorros FC y más reciente BTUN.
A partir de la década de 1990 destacó el accionar de la Liga de Futbol Uruguayo, con competencia libre de lunes a viernes, por las tardes y que llegó a contar hasta con 20 equipos de todos los rumbos de la ciudad. Ahí habría de construirse el Centro de Iniciación Deportiva a cargo del CODE, el cual fue edificado justo en medio de ambos campos. El estacionamiento destinado a albergar especialmente a autos y autobuses de visitantes al museo de las Momias acabó con esos espacios.
Con la cancha techada, a la que se puede acceder vía cuota, llegaron también áreas de estacionamiento que terminaron por casi sepultar la tradición deportiva del barrio. Debido a la construcción del nuevo recinto para exhibición de los cuerpos áridos, será reubicada.
Ahí por donde pasaba “la mulita”, con sus vagones de carga y de pasajeros, donde la chiquillería se trepaba para vivir en ese viaje a ocho kilómetros por hora una ventura inolvidable, ahí estará el nuevo museo.
La cancha que sirve para balonmano, basquetbol, fútbol rápido, karate y te kwon do, que tiene butacas de plástico para 300 espectadores, tendrá ahora ocho salas de exhibición de cuerpos áridos. Lo que se construyó para la vida saludable albergará a símbolos de la cultura de la muerte.
El Nejayote, barrio otrora ferrocarrilero, donde reinan callejones y graffiti, que lo mismo rinden homenaje a Cándido Navarro que a las pandillas del rumbo, cambiará su identidad.
Las dos visiones en torno a los cuerpos áridos
La exhibición de las momias ha sido en los últimos años motivos de debate:
En septiembre de 2020, la Comisión Nacional de Bioética de la Secretaría de Salud exhortó al gobierno de Alejandro Navarro Saldaña a respetar la dignidad de los cuerpos áridos, garantizar su protección y evitar promover el morbo con su exhibición.
Lo anterior resultó de la solicitud de una opinión técnica “ante el trato irrespetuoso que se ha dado a los cuerpos áridos al llevarlas a exposiciones en contextos dedicados a la diversión, entretenimiento y espectáculo”, presentada por la activista cultural y ex directora del Museo, Paloma Robles Lacayo.
La Comisión Nacional de Bioética, establece que para evitar que las momias sean cosificadas en eventos, sería necesario pedir el consentimiento o autorización de sus familiares.
Para Alejandro Navarro, empresario hotelero y de espectáculos para el turismo, las momias tienen una importancia económica: en 2019, un año antes de la pandemia de covid 19, el Museo de las Momias tuvo un ingreso récord de 43 millones de pesos.
La Dirección General de Obra Pública destaca que “actualmente, el Museo de las Momias de Guanajuato representa el segundo ingreso para la presidencia municipal” y que “los recursos que capta en la taquilla ayudan a desarrollar la obra pública, alumbrado, bacheo y seguridad pública, entre otros”.
La solicitud de 70 millones de pesos tan sólo para construir la nueva sede del museo tiene la finalidad de incrementar los ingresos. El asunto cultural y la observación bioética poco o nada son mencionados en el proyecto.
Colofón melancólico
Los muros de piedra dejarán su lugar a tecnología de iluminación. Las garnachas y fritangas dejarán su espacio a cafeterías y restaurantes de franquicia. Son los tiempos de políticos que ya no necesitan discurso político, pues se hacen populares con videos de tik tok difundidos en redes; que alburean por Facebook, que lo mismo se disfrazan de policía que de barrendero y que repudian al “turismo charamusquero”.
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Visualizan un nuevo recinto para los cuerpos áridos, con diseño modernista, que dejará más dinero que los muros del viejo panteón, piel de piedra que muestra las cicatrices de los fusilados, donde rebotan los llantos de despedida para dar el adiós definitivo, que guardan el polvo de los que tienen nombre y apellido porque su familia pagó lápida y gaveta, pero que es vitrina para los sin nombre y sin dinero, cuyos cuerpos se acartonan para ser motivo de una historia fantástica narrada por un guía de turistas. Ya no será el orgullo de la recaudación, sólo será “museo de sitio”.