LOS DULCES QUE MATAN

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Ciudad de México (28 octubre 2022).- Los niños son muy propensos a desarrollar gusto por los alimentos dulces y procesados, parte de la niñez es desarrollar un compulsión por el azúcar, pues estudios recientes confirmaron que hay una relación muy cercana entre el crecimiento (desarrollo de los huesos) y los sabores dulces, pues un proceso de desarrollo requiere una alta demanda calórica, por esa razón son tan golosos los menores de edad, sin embargo un consumo excesivo de dulces y golosinas pondría en riesgo su salud desarrollando graves enfermedades crónico degenerativas. 

«Cuando los marcadores de crecimiento de huesos comienzan a disminuir en la niñez, también se reduce la preferencia que los jóvenes muestran por soluciones altamente azucaradas», explicó la investigadora Susan Coldwell de la Universidad de Washington, quien dirigió el estudio que descubrió la necesidad biológica de los niños por consumir alimentos altamente azucarados. Otro factor es que la leche materna tiene un sabor dulce y de manera inconsciente se desarrolla afinidad por ese dulzor. 

Esto nos lleva a pensar por qué los niños no son receptivos a los sabores amargos, y es que otro estudio reveló que ese rechazo proviene de las papilas gustativas que no reciben con agrado los alimentos que podrían ser tóxicos, pero eso cambia cuando los menores de edad entran en la etapa de la adolescencia y al ser adultos son más afines a todo lo amargo. 

 

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