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LUCIFER VA DE ANTRO
Bernardo Monroy.- La leyenda ocurre en los populares años ochenta, y debido a ser una de las más modernas, la ubicación del lugar varía. Con más tintes de leyenda urbana que tradicional, esto es lo que ocurrió…
A finales de los años setenta, e inicios de los ochenta, comenzó en León el boom de las discotecas, que hoy en día se conocen como antros. En varios puntos de la ciudad, así como centros comerciales, proliferaban estos lugares donde los jóvenes bailaban al ritmo de canciones como “Born to be alive”.
La discoteca se encontraba donde hoy en día está la Plaza Insurgentes. Se llamaba Mr. Green. Una muchacha muy guapa llegó a bailar con una amiga suya, y miró a un muchacho guapísimo en el lugar. Corría el año 1979.
El muchacho, para asombro de la chica, la sacó a bailar, y comenzaron a moverse por la pista, entre luces de neón y al ritmo de la música. De súbito, el muchacho le dijo:
“No me mires los pies”.
Pero la muchacha no le hizo caso… y se dio cuenta que no tenía ni pantalones ni zapatos, sino patas de cabra. Después, comenzó a elevarse del piso. En ese momento hubo un cortocircuito y se fue la luz. Cuando volvió tras unos segundos, la pareja ya no estaba.
Hasta el día de hoy, nadie sabe el origen del joven con patas de cabra, pero sobre todo, el destino de la muchacha que bailó por última vez en el reino de los mortales.
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