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La aplanadora panista de la capital dicta
La sesión de ayuntamiento de Guanajuato, Gto., de este sábado 13 de noviembre mostró señales diversas: el control del alcalde sobre su cuerpo de regidores y una síndica (el síndico no está bajo su control absoluto), los irregulares embates opositores que torpemente son respondidos con mayoría de dedos levantados.
Lo temas principales: presentación del proyecto de Iniciativa de Ley de Ingresos para el Municipio de Guanajuato para el Ejercicio Fiscal 2022 y presentación del proyecto de Disposiciones Administrativas en Materia de Ingresos para el Municipio de Guanajuato, para el Ejercicio Fiscal 2022.
El resultado: instalarán parquímetros en el centro de la ciudad y el Museo de las Momias será el recinto público de su tipo más caro del país.
Fue una sesión de exabruptos, de un presidente municipal que perdió el control por momentos y de un cuerpo edilicio que muestra limitaciones en opositores, pero aún más en la mayoría panista: el papel de simple (y deficiente) moderadora de la secretaria de Ayuntamiento, de una síndica a la que no sólo le faltan tablas, sino también formación, de un burdo cobijo de dos regidores, Mariel Padilla y Carlos Chávez, que salen al quite cuando Alejandro Navarro no tiene al alcance su cuerpo de asesores. Gracias a que fue sesión por vía digital, pudo ocular por minutos su rostro contrariado.
El tema polémico inicial fue el de los parquímetros. Ya en 2019, el presidente municipal Alejandro Navarro había intentado colocarlos aparatos, en medio de críticas y oposiciones. La pandemia y el proceso electoral impidieron que cumpliera su cometido.
Y esta vez leyó su mensaje: la federación castiga con disminución de recursos y habrá una recaudación de diez millones de pesos para contratar a 100 policías y fortalecer a la corporación. Al primer edil le encanta la idea: quiere estrenar uniforme y chaleco antibalas para lucir más guapo en el operativo “Descuelgue”.
La respuesta opositora inició con el priista Ángel Araujo, quien dijo que aún no se hace efectiva la reactivación económica y no se deben cobrar más impuestos municipales. Acusó que no hay apoyo para madres trabajadoras y se manifestó en contra del aumento de tarifas de agua potable y predial.
La morenista Paloma Robles Lacayo acusó corrupción y Navarro se puso serio. La edil opositora se sumó a la postura del priista y demandó que se cobre a empresas de televisión por cable. La síndica Stefany Martínez sólo se remitió a aclarar que el cobro estaba en proceso.
Robles Lacayo también cuestionó al Plan de Desarrollo Municipal y el panista Carlos Chávez aclaró que se aplica el Plan vigente, mismo que cambiará en 2024. En otras palabras: aprovechan las limitaciones del actual Plan para impulsar medidas a conveniencia de la mayoría azul
El debate abordó temas diversos, con la participación de la regidora Celia Carolina, quien en tándem con Robles Lacayo le pusieron rudeza: van a privatizar las calles de Guanajuato, hacen negocios al amparo del poder y quieren exprimir más al ciudadano guanajuatense
Tres el debate, el proyecto de Iniciativa de Ley de Ingresos para el Municipio de Guanajuato para el Ejercicio Fiscal 2022 fue aprobado en lo general con 11 votos a favor y 4 en contra
Y ahí siguieron los estira y afloja con las reservas:
La oposición pidió que la tarifa de agua no subiera un 7 por ciento, sino sólo el 3.95 por ciento que marca el índice inflacionario oficial.
La regidora Patricia Preciado Puga propuso que la tarifa a padres de familia de la guardería de Rinconadas no cobrara 2 mil 700 pesos, sino sólo dos mil 300, en contraste con los 935 pesos que no hace mucho tiempo se cobraba, según lo expresó la regidora Estefanía Porras
Paloma Robles demandó un aumento en el cobro del impuesto sobre adquisición de bienes inmuebles, a por lo menos el índice inflacionario y le hicieron varias precisiones técnicas.
Los panistas presentaron reservas para bajar montos: menos cobro a comerciantes de mercados y vía pública respecto a la propuesta inicial, igual en el agua potable y hasta en el cobro a las unidades deportivas municipales.
En el tema del Museo de las Momias, la propuesta inicial fue de 100 pesos el costo de entrada, pero finalmente quedó en 92, a propuesta de la síndico Stefany Martínez, decisión que despertó la vehemencia de Robles Lacayo, quien demostró que éste será el museo público más caro del país, una vez que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinó que la tarifa más alta será de 85 pesos y en Guanajuato el Museo de la Alhóndiga estará en el rubro de los que cobren 65 pesos la entrada. Robles Lacayo propuso esa tarifa base para el de las Momias.
Se calentaron las cabezas
Ángel Araujo fue el más activo opositor y ante una de sus reservas, Alejandro Navarro, quien ya había mostrado su disgusto por los señalamientos de Paloma Robles y la votación del síndico Rodrigo Martínez Nieto, que en varios casos votó con la oposición, se fue a la yugular del priista: le dijo que en otras administraciones no solucionó problemas y lo calificó de demagogo. Araujo fue sereno, no cayó en la confrontación y su postura obligó al presidente municipal solicitar lo disculpara.
En su apasionada postura respecto al Museo de las Momias, Paloma Robles usó la palabra “burdel” para referirse al proyecto de exhibición de los cuerpos áridos. Navarro Saldaña aprovechó la oportunidad para reconvenir a la regidora, quien no sólo dijo que no era palabra violenta, como sí lo era el propio edil…. y de nuevo se hizo el traca-traca con señalamientos al presidente municipal y las reconvenciones de Carlos Chávez y la tibia Martha Delgado.
La estrategia panista
Salvo Carlos Chávez y la síndica Estefany Martínez, el resto de las y los panistas tuvieron fueron casi convidados de piedra.
Fue en el momento de las reservas respecto al proyecto de Disposiciones Administrativas en Materia de Ingresos para el Municipio de Guanajuato, para el Ejercicio Fiscal 2022; cuando se manifestaron:
Cecilia Phols propuso dejar en 3.95 por ciento el porcentaje de aumento a los comerciantes. Cecilia González propuso que el Museo de las Momias quedara con tarifa en 92 pesos y no en 100: Rodrigo Martínez Nieto abogó por aumento moderado a las tarifas de accesos y servicios de unidades deportivas del municipio; Stefany Martínez propuso nuevos cobros por ampliación de horarios en los antros de la ciudad.
Los que estuvieron en silencio en toda la sesión, ahora se manifestaban por perjudicar menos a las y los guanajuatenses.
La oveja negra
El síndico Rodrigo Martínez Nieto, quien llegó al cargo vía la planilla panista, votó con la oposición en dos reservas, ante un contrariado Alejandro Navarro que optó por apagar su cámara y dejar sólo una foto sonriente.
Su malestar se reflejó cuando en una de las reservas el síndico propuso tarifas a la entrada a unidades deportivas del municipio. Fue el único voto por unanimidad en la sesión y cuando Alejandro Navarro sufragó, dejó en claro su malestar: “voto a favor, cumpliendo acuerdos, pa` que no digan que no los cumplo”.
Cuando Martínez Nieto votó en contra de la reserva para dejar en 92 pesos la tarifa de entrada al Museo delas Momias y luego apoyó la de Paloma Robles para que fuera de 65, Alejandro Navarro salió de cuadro y dejó sólo su foto sonriente.
Con la postura de Martínez Nieto (criticada en los espacios informativos de medios con convenio de publicidad con el municipio) y el explosivo mal genio de Alejandro Navarro, un día va a haber una sorpresa.
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Otras escaramuzas
De nueva cuenta Paloma Robles le puso pimienta a la sesión: cuestionó a la Comisión responsable de la consulta para el Plan de Desarrollo Municipal. Salió como pudo del resbalón del llamar “burdel” al museo y acusó de que no se escucha a las voces disidentes.
Carlos Chávez le aclaró con un listado que contemplaba organizaciones críticas al gobierno municipal.
Luego vendría la suya, cuando se refirió a “acciones de tortura” de la presidenta municipal. La regidora Mariel Padilla, quien también es una apasionada participante en las redadas policiales encabezadas por Alejandro Navarro, salió en defensa de la corporación y mostró con vehemencia que tiene vocación para guardiana del orden más que para regidora.
Tanto Ángel Araujo como Paloma Robles, los hasta ahora más combativos opositores, han mostrado inconsistencias en varias de sus participaciones. Pagan el precio de la novatez y la inexperiencia cabildera, pero los azules no se quedan atrás: una Martha Isabel Delgado a la que el haber sido diputada no le suple su falta de formación jurídica. La suplente que la relevó ni diputada ha sido. La primera regidora, Mariel Padilla, es guardaespaldas política del presidente municipal. La experiencia y dominio en temas urbanos salva a Carlos Chávez.
La aplanadora azul hizo su chamba. La oposición mantiene sus coincidencias y hace valer el sagrado derecho al pataleo del que gozan las minorías.