Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cartel de Sinaloa, por segunda ocasión burló al sistema penitenciario mexicano empleando el método de evasión que más se le conoce: Recorrió las entrañas del penal federal del Altiplano a través de un sofisticado túnel subterráneo cavado a lo largo de 1.5 kilómetros de largo.
Este fue uno de los métodos empleados por el narcotraficante para evadir a las autoridades mexicanas durante 13 años y transportar miles de toneladas de droga hacia Estados Unidos.
Igual que los túneles empleados anteriormente, tanto en Culiacán como en la frontera, para el cavado de este nuevo pasillo, desde un inmueble en obra negra hasta el penal del Altiplano, equipó la ruta con un sistema de ventilación y alumbrado, así como con un mecanismo de tracción sobre rieles empleado para sacar la tierra producto de la excavación y para el transporte de las herramientas y maquinaria utilizadas.
A lo largo del túnel se encontraron material e instrumentos de construcción, tanques de oxígeno, recipientes con combustible, madera de cimbra y tubería pvc.
Monte Alejandro Rubido, Comisionado Nacional de Seguridad (CNS), en conferencia de prensa ofrecida la mañana de este domingo, informó del modus operandi del capo para fugarse por segunda ocasión de un penal, calificado por las autoridades mexicanas, de máxima seguridad.
El Chapo, confirmó el funcionario, estaba recluido en el área de tratamientos especiales, pasillo número dos, estancia 20.
“Hasta ese momento la jornada había transcurrido de manera normal, incluso, cerca de las 20 horas se le suministró su dosis diaria de medicamento. Tras notar su ausencia mediante el sistema de video vigilancia del penal, se activó la alerta por la evasión, por lo que el personal del centro federal realizó una revisión a la celda, en donde encontró un hueco de forma rectangular en el área de la regadera, de aproximadamente 50×50 cm y 1.5 metros de profundidad”.
Rubido especificó que dicho orificio “comunica a su vez, con un conducto vertical de aproximadamente 10 metros de profundidad habilitado con una escalera: así se llega a un túnel con dimensiones de 1.7 metros de altura y de 70 a 80 cm de ancho, el cual se extiende a una longitud aun indeterminada pero que en línea recta, de punto a punto, representa más de mil 500 metros”.
El túnel, detalló el comisionado, “cuenta con tubería de PVC para ventilación así como para alumbrado y una motocicleta adaptada sobre rieles, como mecanismo de tracción, mediante el cual, probablemente fue extraída la tierra producto de la excavación y transportadas las herramientas y maquinaria utilizada para la perforación. A lo largo del túnel se encontraron instrumentos de construcción, tanques de oxígeno, recipientes con combustible, madera para cimbra y tubería pvc, entre otros objetos”.
Siguió: “El pasaje desemboca en un inmueble que se encuentra en obra negra, ubicado al suroeste del centro federal en la Colonia Santa Juanita, en donde se encontró mobiliario, enseres y otros objetos, (lo) que indica que había presencia de trabajadores o de veladores”.
Monte Alejandro Rubido, señaló que de acuerdo a lo marcado en los protocolos de seguridad de las instalaciones penitenciarias, la alerta roja se activó en cuanto el personal se percató de la ausencia de Guzmán Loera y de inmediato se aseguró a la población interna y se suspendió toda entrada y salida de personas.
De manera paralela, dijo, se reforzó la seguridad perimetral y se dio la orden de establecer puntos de revisión en las principales vías de acceso a los asentamientos, a los municipios y a los estados vecinos. También se aplicaron revisiones a los vehículos que circulaban en la zona, y se suspendieron operaciones aéreas en el aeropuerto internacional de Toluca y se desplegó equipo técnico de vigilancia aérea.
La Subprocuraduría Especializada en Investigación de delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR, Felipe de Jesús Muñoz, tomó el control de las investigaciones, por lo que el personal que estaba en funciones no podrá abandonar el penal y el turno que lo relevaría no tendrá acceso al mismo.
Por lo pronto, 18 elementos de diversas áreas del penal son trasladados a la SEIDO en la Ciudad de México, reportó.
Este, fue el mecanismo por el que por segunda ocasión, “El Chapo” Guzmán, burló nuevamente a las autoridades mexicanas al fugarse del penal del Altiplano, donde fue recluido en febrero de 2014, después de ser recapturado en Mazatlán, Sinaloa.
La fuga del capo, por quien el gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares hasta antes de su captura, fue confirmada la madrugada de este domingo por la CNS.
Con su fuga, Guzmán exhibe nuevamente la vulnerabilidad del sistema penitenciario mexicano, por un lado, y por el otro, el nivel de corrupción de las autoridades mexicanas.
En 1993 “El Chapo” fue detenido por primera ocasión en Guatemala y trasladado a México, donde fue recluido en el penal de Puente Grande, Jalisco, de donde logró fugarse en enero del 2001.
Durante el tiempo que estuvo prófugo, Guzmán Loera se convirtió en el segundo hombre más buscado del mundo, después de Osama Bin Laden. A la muerte de este último, el capo mexicano ocupó su lugar, hasta su recaptura el 22 de febrero de 2014.
También logró posicionarse como uno de los hombres más ricos del mundo, de acuerdo con la lista Forbes.