Cumplía los 18 años, ya era mayor de edad, de un hogar humilde, José de Jesús quería cambiar la vida de su familia, quería más oportunidades para sus hermanos, sin embargo no imaginaba lo que la vida le tenía preparado.
En el país vecino comenzó a sentirse mal y fue hospitalizado, ya que presentaba síntomas de enfermadad renal, José dijo que esto le cayo como balde de agua fría.
“Estaba sólo, en un país que no era el mio y estaba enfermo. Aquí hay mucha gente que es humanitaria, pero cuando eres ilegal todo se complica (…) no tengo acceso a estar en una lista de espera, quiero regresar a mi país, pero tengo temor por mi enfermedad”, señaló el leonés vía telefónica.
José de Jesús espera un milagro, lleva 12 años en tratamiento, sin embargo ya ha sido dialisado, se le escucha cansado pero tranquilo.
Mientras José contesta las preguntas de la entrevistas, su madre María Luisa Tavares, no puede contener las lagrimas, llora cada cuando escucha lo que significa para su hijo no estar en casa, con los suyos y enfermo.
Aun con la enfermedad trabaja como mecánico en la ciudad de Chicago, sin embargo simpre añoró su comunidad (Santa Rosa Plan de Ayala), sus amigos, pero sobre todo su familia.
“No puedo ir a México porque soy un ilegal, cuando se llegan estas fiestas de navidad es cuando más se extraña la familia. Aquí en Estados Unidos todo es más superficial, la gente piensa en que le van a regalar, en mi país nos reunimos por el simple hecho de estar juntos, eso es lo que extraño”, comentó
El leonés recomendó a los jóvenes no emprender un viaje al vecino país, ya que el precio que se tiene que pagar es caro, donde incluso se puede arriesgar la vida.
“No lo hagan, se extraña mucho a la familia, la comida, las tradiciones, todo lo que es México, yo si pudiera irme me hiría ya, y si la vida pudira concederme regresar el tiempo, no me pasaría ni por la mente venir a buscar el sueño americano”, señaló el migrante.
La historia de José es una de tantas historias desafortunadas en la vida de mexicanos que arriesgan la vida en busca de mejores oportunidades, otros van en busqueda de un sueño, y la frase para algunos se convierte en pesadilla.
Para muchos la música representa una identidad en el país vecino, algo de las raíces mexicanas tan anheladas. Son muchos los cantantes y compositores que le cantan a los llamados ilegales.
Letras como “Mojado” de Ricardo Arjona señala la complejidad y la añoranza de los migrantes por su país.
“El mojado tiene ganas de secarse, el mojado esta mojado por las lagrimas que evoca la nostalgia, el mojado, el indocumentado carga el bulto que el legal no cargaría ni obligado.
“El suplicio de un papel lo ha convertido en fugitivo, y no es de aquí porque su nombre no aparece en los archivos, ni es de allá porque se fue”.
Otros cantantes del ámbito grupero como Los Tigres del Norte, interpretan la canción “La Jaula de Oro”.
“Aquí estoy establecido, en los Estados unidos muchos años tengo ya que me vine de mojado papeles no he arreglado sigo siendo un ilegal, tengo a mi esposa y mis hijos que me los traje muy chicos y se han olvidado ya de mi México querido del que yo nunca me olvido y no puedo regresar”.
“De que me sirve el dinero si estoy como prisionero dentro de esta gran prisión cuando me acuerdo hasta lloro y aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión”.