La explosión en la refinería en Salamanca ha dejado siete víctimas, ya que de los ocho trabajadores que resultaron heridos, sólo uno se debate entre la vida y la muerte.
Después de ocho días de agonía, fueron muriendo uno a uno por las quemaduras de segundo y tercer grado que presentaban en prácticamente todo el cuerpo.
Sólo sobrevive José Manuel Díaz García, quien se encuentra en la Ciudad de México hospitalizado.
Hace unos días autoridades federales y de PEMEX realizaron una supervisión en todas las refinerías del país, donde iniciaron en Salamanca después de la explosión registrada.