DESPIDEN A MATEO ENTRE APLAUSOS Y GRITOS DE JUSTICIA

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León, Gto. (10 febrero 2025).- Mateo Santiago fue despedido en un ambiente de tristeza y de consternación, pero también de amor incluso por leoneses que no lo conocieron en vida.

A las 12 del medio día llegó el féretro a la Catedral Basílica de León donde lo esperaban cientos de leoneses entre familiares, amigos y muchas personas que apoyaron en la búsqueda desde que sus padres solicitaron apoyo a través de las redes sociales.

Mateo fue recibido entre aplausos, porras, pero también llanto. El ataúd blanco que daba conocimiento de que se trataba de un «ángel», el pequeño niño de 12 años que al tratar de ayudar a su familia económicamente trabajando le arrebataron la vida.

Su madre le dijo que lo amará por siempre, por momentos se le veía molesta ante la posibilidad de que la despedida se volviera un circo, por lo que advirtió «no habrá entrevistas, respeto para Mateo». También se le pudo ver ausente de su realidad, distraída; solo derramó un par de lágrimas porque ya no había más.

«Gracias por estar con mi Mateo, Dios los bendiga, encontramos a mi Mateo y encontraremos a más niños desaparecidos», exclamó María Teresa Martínez.

Reclamo

El sacerdote Pedro Ramírez, en su homilía dijo que ante un hecho que marcó a la ciudad de León, la pregunta es porqué?, un niño pequeño que comenzaba a vivir, un inocente, porque murió con tanto dolor?

La respuesta es, por la ausencia de Dios en las personas, sin embargo cuando el hombre se pierde no solo se hace daño así mismo, también hace daño a los demás.

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Refirió que hoy Mateo ya goza de la vida eterna, pidió por los padres y por familiares para que Dios les de resignación y esperanza para seguir con sus vidas.

Al termino de la misa los padres permitieron que todas las personas, unas 2 mil se despidieran de su hijo, las madres tomaban la mano de los padres y se unían en su dolor. Tocó el turno a sus compañeros de salón y amigos, quienes abrazaron el ataúd, otros apretaron el muñeco de Mateo que se localizaba arriba de su caja.

Cuando la madre de Mateo vio a sus compañeros algunos acompañados por sus padres, les aconsejo «cuiden mucho a sus hijos… cuídense mucho», luego se le quebrantó la voz.

A las 2 de la tarde salió de la catedral rumbo al cementerio entre aplausos y porras.

Las calles de la zona centro llena de asistentes y las sirenas daban cuenta de la despedida del niño que unió y sensibilizó a los leoneses en el valor, cooperación por una causa y el cuidado de nuestros niños.

Aun nos quedan muchos niños, adolescentes, hombres y mujeres desaparecidos, y madres que no paran de buscar a sus seres queridos..


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