La PGR señaló al alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y a su esposa, María de los Ángeles Pineda, como presuntos autores intelectualesdel ataque a estudiantes normalistas, el pasado 26 de septiembre en ese municipio guerrerense.
Ambos celebraban ese viernes un “informe de labores”, que pensaron sería saboteado por los normalistas; sin embargo, éstos solo se encontraban de paso, en la central de autobuses.
Aquí parte de la explicación que da hoy el procurador Jesús Murillo Karam, por lo que 43 estudiantes continúan “desaparecidos”:
-Normalistas llegaron a Iguala a las 21 horas, donde toman 2 unidades de la central de autobuses.
-Por estos hechos, hay comunicaciones entre la policía municipal.
-Asumieron que el grupo se dirigía a sabotear la celebración del informe de actividades de María de los Ángeles Pineda.
-Pensando en un escenario de conflicto, “se les ordena reaccionar y pedir apoyo a la policía de Cocula”.
-La orden llega por radio desde la central, de parte del “A5″, clave para identificar al alcalde de Iguala.
-Los policías bloquean la carretera y evitan el desplazamiento de estudiantes. Los atacan a balazos. En ese momento 1 policía mata a un normalista.
-Al existir esta agresión, uno de los autobuses intenta darse a la fuga.
-En medio de la confusión, la policía detiene y dispara al autobús donde viajaba el equipo de futbol “Avispones de Chilpancingo”.
-A la postre detienen el camión que se había escapado.
-A los detenidos se los llevan a la zona de Pueblo Viejo. Ahí los policías entregan a los estudiantes a integrantes del Grupo Guerreros Unidos.
-3 integrantes del criminal, quienes recibieron a los estudiantes, aún no son detenidos pero están identificados. “Su detención es crucial, determinante para dar con el paradero de los estudiantes no localizados”, dijo el procurador.
Hasta ahora hay 30 cadáveres y 9 fosas. Murillo puso en duda lo que dijo en un principio, sobre que los primeros 28 cuerpos encontrados no correspondían a los normalistas. Ahora pide esperar a lo que digan peritos argentinos.
Tanto José Luis Abarca, María de los Ángeles Pineda y Felipe Flores Velásquez, señalados como responsables de los hechos, continúan sin ser detenidos.
Murillo agregó que la esposa del alcalde prófugo era la principal fuente de financiamiento del grupo delincuencial Guerreros Unidos, con el que tejió una red de complicidad. Había “total y absoluta empatía entre los funcionarios y el grupo delictivo”, comentó.