Con pintas a monumentos históricos como la Alhóndiga de Granaditas, al Teatro Juárez, y otras obras de arte emblemáticas se desarrolló la marcha “feminista” que convocó a unas 3 mil mujeres.
Algunas féminas acudieron con sus hijas para pedir alerta de género, incluso en algunas leyendas de pintas fue ese reclamo para Guanajuato, uno de los Estados con más violencia infrafamiliar.
Las mujeres portaban pañuelos morados y verdes, con canticos de exigencia decían no al machismo.
Al concluir las protestas los cellos de destrozos fueron visibles en los monumentos de la capital de Estado, lo que indignó a las propias mujeres que veían con indignación lo cometido en obras de arte, históricas, emblemáticas, signos de la ciudad y atractivos turísticos.