Debido a los efectos del coronavirus, la economía mexicana se podría contraer hasta 15.5 por ciento durante el segundo trimestre del 2020, y cerrar el año con una caída de 1.8 por ciento, anticipó JP Morgan.
“Con la confirmación de un choque peor de lo esperado en China en el primer trimestre, junto con paradas repentinas en los viajes, las cadenas de suministro, el turismo y el comercio en todo el mundo, estamos revisando a la baja el crecimiento anual a -1.8 por ciento”, precisó.
En este sentido, explicó que esto se debe al triple golpe de las interrupciones de la cadena de suministro y los cierres de los fabricantes de automóviles, el colapso de los precios del petróleo y las implicaciones fiscales, así como el considerable distanciamiento social que se espera que aumente en las próximas semanas.
Además, señaló JP Morgan, los temores de una crisis económica y financiera en toda regla siguen vigentes a medida que las rebajas de calificación crediticia están más cercanas que nunca.
“Si bien se necesita una respuesta fiscal en las circunstancias actuales, el gobierno necesita una estrategia más audaz combinada con señales sólidas de una reforma fiscal más temprano que tarde, y no esperamos esto hasta finales de 2021, cuando se celebren las elecciones de mitad de período en junio del año que viene”, indicó.
La institución financiera expuso que a medida que los precios del petróleo continúan bajando, se espera que las compañías petroleras reconsideren sus planes de producción de petróleo, lo que afectará negativamente sus planes de inversión.
También se prevé que la compañía petrolera nacional ajuste los planes de inversión.
“Nuestro temor es que el nuevo espacio fiscal otorgado por el Congreso se use para financiar a Pemex una vez más”, añadió.
La firma estima que el Banco de México (Banxico) reduzca su tasa de referencia probablemente a 5.0 por ciento a principios de 2021 o incluso antes. Sin embargo, observó que todavía no hay condiciones para la reanudación del ciclo de relajación. (Ntx)