Harán nuevo peritaje en basurero de Cocula

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La fiscalía mexicana quiere hacer un nuevo peritaje en el basurero de Cocula, donde según la primera versión oficial, fueron calcinados los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014.

Esto luego del surgimiento de nuevos datos que contradicen algunas de las afirmaciones del ex procurador Jesús Murillo Karam sobre el caso.

Ahora se sabe, por ejemplo, que los celulares de los estudiantes no fueron quemados junto a los estudiantes, como se había asegurado, y en cambio permanecieron activos días después de su desaparición.

Esa información ha proporcionado a las autoridades pistas sobre las posibles rutas que tomaron los atacantes cuando detuvieron a los jóvenes, lo que unido a la utilización de tecnología de rastreo terrestre ha ubicado cerca de 40 puntos donde se iniciarán en breve nuevos operativos para buscar indicios sobre el paradero de los alumnos o fosas clandestinas.

Por ello, el fiscal especial del caso, Alfredo Higuera, dijo que un nuevo análisis del basurero “podría ser lo más pertinente” para aclarar definitivamente un asunto que ha sido “controvertido”.

Higuera indicó que el nuevo peritaje, que sería el quinto que se realiza en el basurero localizado a 30 kilómetros de Iguala, la ciudad donde desaparecieron los jóvenes, tendría que hacerse tras un acuerdo con los padres de las víctimas.

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“Lo que nos interesa es poder desentrañar con auxilio de la ciencia, porque no se puede de otra forma, qué fue lo que pasó ahí“, dijo Higuera en referencia a la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014. “Pero este es un apartado… no quiere decir que estemos detenidos sólo en ello”, añadió.

El fiscal indicó que no están “aferrados a una hipótesis aunque admitamos que tiene que esclarecerse cada cosa de lo que se dijo al respecto y ahí el trabajo de la ciencia es fundamental”.

Higuera también informó que el FBI estadounidense colabora en cuestiones técnicas como el análisis de algunos equipos de grabación de las corporaciones de seguridad de la zona donde fueron secuestrados los jóvenes, para determinar si pudieron ser manipulados.


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