EU (29 diciembre 2025).- Durante las fiestas decembrinas, el nombre de Tylor Chase, exactor infantil recordado por su participación en El manual de supervivencia escolar de Ned, volvió a colocarse en el centro de la conversación pública. Esta vez, no por un regreso televisivo, sino por el delicado estado en el que se encuentra y su negativa inicial a recibir ayuda, pese a los esfuerzos de familiares, seguidores y excompañeros de Nickelodeon.
Chase, de 36 años, fue localizado hace meses en situación de calle en el sur de California. Videos donde aparece presuntamente bajo los efectos de sustancias se viralizaron rápidamente, lo que detonó colectas y llamados de apoyo por parte de fans de la serie. Uno de los primeros en intervenir fue Daniel Curtis Lee, actor y rapero que interpretó a “Cookie” en la producción, quien viajó desde Los Ángeles hasta Riverside para buscar a su excompañero y ofrecerle alojamiento y tratamiento. Sin embargo, el intento no tuvo el desenlace esperado.
El 24 de diciembre, Curtis Lee logró que Chase pasara la Nochebuena bajo techo y compartiera alimentos, pero al día siguiente recibió una llamada del motel donde se hospedaban: el actor había abandonado la habitación tras causar destrozos. El episodio encendió aún más las alertas sobre su estado de salud mental.
En medio de la preocupación, otro nombre se sumó a la conversación digital. Jesús Ignacio, “El Chiquilín”, creador de contenido y líder de la llamada Patrulla Espiritual, aseguró en redes sociales que su grupo está buscando apoyar a Chase. Desde México, pidió a usuarios en Estados Unidos que ayuden a ubicarlo y faciliten el contacto con su familia para intentar convencerlo de aceptar tratamiento en un centro de rehabilitación en Tijuana. Su llamado se volvió tendencia, aunque también abrió el debate sobre los límites entre la ayuda voluntaria y la intervención adecuada en casos de salud mental severa.
Días después, la situación dio un giro crucial. El influencer y empresario Jacob “Jake” Harris informó que logró contactar a un centro de crisis, cuyos especialistas evaluaron a Chase y determinaron que requería atención inmediata. El actor fue trasladado a un hospital local, donde permanece bajo observación médica durante un periodo inicial de 72 horas.
De acuerdo con su padre, Joseph Mendez Jr., Tylor Chase ha luchado durante años contra la adicción y padece trastorno bipolar y esquizofrenia, diagnósticos que recibió en 2015. Aunque en 2021 logró ingresar a un centro de rehabilitación en Georgia, abandonó el tratamiento y sufrió recaídas. La familia ha señalado que los brotes psicóticos, la falta de continuidad médica y el consumo de sustancias han deteriorado gravemente su estabilidad y su capacidad para sostener una vida funcional.
