La alta velocidad a la que posiblemente estaba acostumbrado el actor Paul Walker fue el detonante para que este fin de semana muriera trágicamente en un accidente automovilístico.
La historia del actor de la película “Rápido y Furioso” a sus 40 años tuvo un desenlace dicho por testigos “escalofriante”, al morir calcinado en su auto deportivo.
El suceso se registró en los Ángeles, en la zona de Valencia, al regresar de un evento de caridad.
El actor iba de copiloto en un Porsche que en ese momento era conducido por un amigo.
Según testigos del hecho el conductor manejaba a exceso de velocidad, perdió el control por lo que se estrelló en un poste de electricidad y un árbol, para posteriormente explotar casi al instante.
Se sabe que actualmente Walker filmaba lo que sería su séptima película de la saga “Rápido y Furioso”.
A Paul Walker le gustaba practicar el surfing y las artes marciales, pero sin lugar a dudas el automovilismo y la velocidad eran sus pasiones.
Incluso el actor no perdía la oportunidad para participar en eventos de carreras. Se recuerda su destacada labor en el Super Bowl Grand Prix, en Florida, en 2005.