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Guanajuato, Gto. (17 agosto 2021).- Por Velio Ortega. Las voces airadas contra el presidente Andrés Manuel López Obrador por anunciar que la obra de la Presa de El Zapotillo, en Jalisco, no destinará agua para León tienen son, por mucho, justificadas. Si eso no revancha política contra un estado que electoralmente no le ha favorecido, es otro cantar.
Sin embargo, también tienen sentido y sustento las voces, críticas al azul gobierno de Guanajuato y/o simpatizantes del mandatario federal, que señalan que en la entidad poco o nada se ha hecho por atender la ya grave problemática de la necesidad de más agua para León.
Y de nueva cuenta se les recuerda: el agua es un bien de la nación y corresponde al gobierno federal su dominio, pero también hay que recordar que su distribución es obligación de los estados y los municipios. De nueva cuenta: tomar partido o ver un solo lado de la moneda no abona a una solución.
Que los expertos analicen alcances y limitaciones de la presa de El Zapotillo. El tema será pasto de debate en estos días.
Lo cierto es que León requiera agua; necesita, por un lado, modernizar su infraestructura hidráulica. A una ciudad que le falta agua potable le sobran calles anegadas. A una ciudad que le sobra consumo de agua le faltan plantas que traten las aguas contaminadas.
Sin embargo, no habrá agua para drenar ni limpiar si no se tiene.
De nueva cuenta mi postura: se requiere un acuerdo entre federación, estado y municipio para resolver este entuerto.
Si es agua desde el Zapotillo, que sea sin afectar a otros. Si es otra presa, que sea factible. Si se requiere una mejorar el manejo del agua en el municipio, se requiere dinero estatal y federal. Sin diálogo no habrá solución. Aplaudir a uno y denostar al otro es buen tema para tomar café, pero no para lograr soluciones en beneficio del tercer municipio y la séptima zona metropolitana más importante del país. León no es asunto menor para la economía nacional.
Cero sensibilidad y tacto.