Por fin terminó para Brasil. La peor semana en la historia del futbol brasileño tuvo lugar en el mismo Mundial de Brasil. Holanda vapuleó a la escuadra local en el partido por el tercer lugar del mundial con goles de Van Persie, Blind y Wijnaldum. Holanda superó las expectativas del mundo futbolístico. Brasil tiene el deber de reinventarse y saldar su deuda con la historia del futbol en la que ellos han protagonizado muchos de los pasajes más gloriosos.
El holandés Louis Van Gaal había levantando la voz en días pasados sobre la importancia de un partido como este, se mostraba en desacuerdo por el encuentro por el tercer lugar. Pero Holanda salió al campo con una buena cantidad de titulares y pronto aprovechó las facilidades defensivas de Brasil. Al primer minuto Robben se escapaba sólo contra Julio Cesar, Thiago Silva lo jaló fuera del área, se pitó penal, un claro error del árbitro y Van Persie adelantó a los suyos.
Una vez más, los amazónico se mostraron desconectados, superados con claridad en todos los sectores del campo. David Luiz realizó un mal despeje dentro de su área, al bola cayó en los dominios de Blind y el defensor disparó sólo para aumentar la ventaja 0-2 al minuto 16. Con tal marcador Brasil estaba obligado a remontar para despedirse con algo de dignidad. Pero las ideas han escapado en el otrora espectacular futbol brasileño, y más aun sin la presencia de Neymar. Balonazos sin sentido de los zagueros que no conectaban con sus atacantes. Ni David Luiz, ni Maicon ni Maxwell estuvieron acertados.
Los hombres de medio campo no tuvieron protagonismo. Algunas jugadas individuales de Oscar causaron problemas, pero siempre bien controlados por Holanda. El segundo tiempo Holanda se preparó para el contragolpe, Brasil se empleó con fuerza, un par de jugadas hasta con violencia. Después no hubo muchas emociones, pero sí hubo dinámica por parte de de los dos equipos. Los últimos minutos sirvieron para que Holanda marcara el 0-3 y para que Van Gaal hiciera entrar al tercer portero: Vorm. Y de esta manera Brasil pone fin a la peor semana futbolera de su historia.