Algunos piden milagros y otros vienen a agradecerle. Pero sin falta, acudieron a verla de todas partes del país, católicos devotos de la Virgen de Guadalupe se concentraron en la Basílica de Guadalupe, para dar una prueba de su fe a la Morenita del Tepeyac.
Hubo quien le llevó rosas a la Virgen, y no faltaron los niños vestidos como San Juan Diego, el indígena que vio aparecerse a la Guadalupana en el Cerro del Tepeyac, según la doctrina católica.
Se calcula que cada año llegan unos 7 millones de peregrinos a ver a la virgen de Guadalupe. Este es el segundo santuario mariano más visitado en todo el mundo, sólo después de Brasil; sin embargo en México sólo se da este fenómeno en un sólo día.
A pie, en bicicleta, en camionetas, camiones y automóviles van llegando los creyentes por las calzadas de Guadalupe y Misterios a buscar un espacio para presenciar la noche de este jueves la tradicional misa y mañanitas a la Virgen Morena.
En los alrededores del Templo Mariano, miles de comerciantes ofertan sus productos a precios accesibles para los visitantes, ante la mirada vigilante de los inspectores de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para evitar abusos contra los creyentes.