Los profesores de la Coordinadora que realizaron un paro por 5 semanas (38 días) en la ciudad de México regresaron a clases, pese a que el Secretario de Educación Pública aseguró que no se les pagaría los salarios caídos, estos gozarán de sus dos quincenas por manifestarse.
Los niños luego de dos meses de vacaciones regresaron este lunes para iniciar el ciclo escolar 2013-2014.
Para evitar que haya rencillas al interior de las aulas se abrirá una mesa de diálogo entre padres de familia, directores y maestros; hay que recordar que ante el paro padres de familia tomaron los planteles y contrataron a docentes de la Sección 22 para evitar que sus hijos se atrasarán en sus estudios.
La Sección 22 es el grupo más numeroso de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que desde el 19 de agosto mantiene un plantón y realiza varias protestas en la capital, en contra de la reforma educativa.
El 20% de sus representantes —unas 14,000 personas— permanecerá en el DF.
Hasta las 9:00 horas (local), no se reportaban escuelas tomadas ni hechos de violencia en los casi 13,000 centros de nivel básico en la entidad, informó el gobierno de Oaxaca a través de un comunicado.
En las 12,988 escuelas del nivel básico del estado se encuentra inscrita una matrícula de 948,628 estudiantes, que se espera concluyan su ciclo escolar el próximo jueves 17 de julio de 2014.
Según el gobierno estatal, se prevé recuperar 38 días-clase perdidos como consecuencia del paro magisterial, según acuerdos alcanzados con la Sección 22 que incluyen cuatro horas adicionales de clases por semana y la cancelación de cuatro festivos.
Miles de maestros del estado de Oaxaca que acamparon en el centro de la Ciudad de México hasta la semana pasada y que desde entonces han realizado manifestaciones, bloqueos de accesos carreteros y ocupación de oficinas públicas, decidieron la semana pasada regresar a sus trabajos este lunes después de 56 días de huelga.
Sin embargo, la organización dejó un contingente de maestros de Oaxaca en la Ciudad de México y movilizó a profesores de otras regiones hacia la capital, anticipando nuevas manifestaciones contra la reforma educativa.