Macrabra imagen de una mujer musulmana que caminaba sosteniendo la cabeza decapitada de una niña de cuatro años a la entrada del Metro de Moscú.
«Soy una terrorista suicida, odio la democracia», repetía la mujer, que también lanzó gritos de «Allahu Akbar» (Dios es grande.)
La mujer que trabajaba como niñera pudo haber asesinado a la menor para luego prender fuego al piso, según lo aseguró un portavoz de la policia rusa.
Guiulchejrá Bobukolova, de 39 años, originaria de Samarkanda, Uzbekistá quería morir abatida a tiros por la policía, declaró porque “su marido la engañó”.